Vistas:0 Autor:Editor del sitio Hora de publicación: 2025-10-21 Origen:Sitio
Imagínese un simple vaso de plástico. Tiene un perfil recto, por lo que cuando se abre el molde, la copa se puede sacar fácilmente. Ahora, imagina un cubo con asa. El mango crea una hendidura o un 'gancho' que bloquea la pieza en el molde. Si el molde intentara abrirse hacia arriba, el cubo quedaría atrapado por este corte.
Un corte socavado es cualquier protuberancia, hendidura o característica lateral de una pieza que impide su extracción directa del molde a lo largo de la dirección de apertura principal. Es el obstáculo geométrico lo que hace que una pieza se 'atasque'.
Aquí es donde el control deslizante entra como héroe.
La magia del cursor reside en su movimiento sincronizado con la apertura del molde. Su compañero impulsor más común es un pasador en ángulo (o pasador de leva).
Aquí está el proceso paso a paso:
Cierre e inyección del molde: el pasador en ángulo mantiene el control deslizante en su posición 'adelante', formando la forma precisa del corte en la cavidad del molde. Se inyecta plástico fundido.
El molde se abre y el control deslizante se retrae: cuando las dos mitades del molde comienzan a separarse, el pasador en ángulo fijo se mueve a través del orificio correspondiente en el control deslizante. Debido a que el pasador está en ángulo, obliga al control deslizante a moverse hacia los lados sobre sus rieles guía, retirándose del corte.
Expulsión de piezas: una vez que el control deslizante se haya retraído completamente y haya eliminado el corte, el camino estará despejado. A continuación, el sistema de expulsión (pasadores expulsores) empuja la pieza de plástico terminada fuera del molde, completamente libre.
El molde se cierra y el control deslizante se reinicia: cuando el molde se cierra nuevamente, el pasador en ángulo guía el control deslizante de regreso a su posición delantera, listo para el siguiente ciclo.
Los controles deslizantes son increíblemente versátiles y no se limitan a simples acciones secundarias. Se pueden diseñar para varios escenarios complejos:
Deslizadores laterales externos: el tipo más común, utilizado para orificios laterales, clips y ranuras.
Deslizadores internos: se utilizan para formar socavaduras en el interior de una pieza, como un pestillo o ranura interna.
Levantadores en ángulo: Para cortes que no son perfectamente horizontales, combinando un movimiento de elevación y deslizamiento.
Deslizadores hidráulicos/neumáticos: para distancias de recorrido muy largas o secuencias complejas, se utiliza un cilindro hidráulico o neumático para impulsar el deslizador en lugar de un pasador en ángulo.
Sin controles deslizantes, el diseño del producto estaría muy limitado. Permiten la creación de piezas complejas, funcionales y fáciles de usar en un ciclo de moldeo único y eficiente. Casi todos los productos de consumo que se ven con un cierre a presión, un botón lateral, una característica roscada o una ventilación lateral deben su existencia a un control deslizante bien diseñado.
En pocas palabras: un control deslizante es la parte móvil de un molde que hace posible lo imposible. Se desliza hacia los lados para liberar características complejas, asegurando que lo que usted diseña sea lo que realmente puede fabricar.